Se asustan ante los grandes

La reunión de la LFP de ayer dejó bien clara una cosa: los clubes modestos se asustan ante los grandes. Basta que aparezcan Florentino o Rosell para que todas sus buenas intenciones desaparezcan.

El Sevilla intentó una revolución dejando al margen de que fuera o no el más indicado para llevarla a cabo, consiguió formar una especie de G 12, pero en cuanto los clubes modestos se encontraron con Florentino y Rosell todo se vino abajo. Y ya lo de pedir disculpas por haber asistido a la reunión de Sevilla, como hicieron algunos clubes, es de vergüenza ajena.

Pero esto pasa, ha pasado y pasará siempre. Cuando los pequeños necesitan jugadores y no tienen dinero recurren a las cesiones de los grandes. Siempre acaban llamando a su puerta y saben que lo que puedan hacer ahora les terminará pasando factura. Por eso pasó lo que pasó en la reunión de la LFP Y mientras esto siga así el fútbol español no cambiará nunca.

Los clubes que se sienten desprotegidos por el reparto de los derechos de televisión podrían tener una fuerza importante si consiguieran unirse, pero en cambio lo que hacen es desunirse. Para felicidad y satisfacción de los dos grandes. Así se escribe la historia.