Rumores y fichajes
Cada vez que aparece fuera de Navarra la noticia, supuesta, de que Osasuna está interesado en fichar a un jugador, hay que cogerla con pinzas. Y la realidad es que habitualmente se escapa muy rápidamente de las pinzas en la mayoría de las veces en cuanto se hacen un par de llamadas.
Lo último ha sido el curioso caso de Dieguito, un joven interior zurdo que pertenece al Cadiz, que termina contrato el próximo 30 de junio y que juega en el filial cadista. Fijaros lo curioso y como funciona el tema porque es fiel reflejo de lo que ocurre habitualmente. Este pasado miércoles, Osasuna recibe una llamada en la que se ofrece al jugador, y el jueves en los medios gaditanos aparece que Osasuna y Betis están siguiendo a Dieguito y se han interesado por él. Algo que apunta hacia que su representante filtra el tema y en Cádiz pican en el anzuelo, sin molestarse en comprobarlo. Porque a Osasuna ni le ha dado tiempo a valorar el asunto y si Dieguito es o no jugador que interesa ¡para el Promesas!. Hasta podría terminar de rojo, pero de ahí a decir que Osasuna lo está siguiendo y que quiere ficharlo va a un trecho muy grande.
Así está el tema de los pretendidos intereses de clubes, en este caso Osasuna, por jugadores que la mayoría de las veces son movidos habilmente por sus representantes. Ahí teneis la sospechosa insistencia con que a Osasuna le están colocado porteros para la próxima temporada cuando Ricardo ha cumplido los partidos para su renovación y por detrás están Riesgo, Andrés Fernández -que está haciendo una gran campaña en el Huesca- y Nacho Zábal, en el Promesas. Pero de repente en Barcelona se empezó a decir que Osasuna estaba interesado en los porteros del filial azulgrana ante el asombro de la dirección deportiva rojilla.
Lo dicho, todo lo que aparezca desde fuera hay que cogerlo con pinzas. Y después contrastarlo algo que desafortunadamente no se hace mucho, ni poco, en estos tiempos. Por lo menos hacer un par de llamadas e incluso a veces ni esto sirve porque en estos temas de los fichajes el perrsonal miente más que habla.
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