Los que nunca fallan

Que en una época de crisis económica y sin haber hecho grandes alardes en fichajes y habiendo vendido a dos de los mejores Osasuna vaya a tener en torno a cuatrocientos socios más que la pasada temporada demuestra bien claramente lo fiel que es la afición rojilla.

"Ya es de por sí importante no haber bajado el número", aseguran desde el club rojillo. Y no les falta razón. En Osasuna están felices y contentos con el hecho de que tal y como van las renovaciones y la entrada de nuevos socios vayan a subir el número.

La entrada por socios y espectadores no es precisamente la mayor fuente de ingresos del club. Ni se le acerca. Pero tiene el gran valor de saber que en cada partido en casa las gradas van a presentar un aspecto excelente y que el equipo va a estar arropado. Que el Reyno va a seguir siendo el Reyno. O el antiguo Sadar donde a todos los rivales se les hace incómodo jugar. No tanto por lo que puedan hacer los rojos sobre el terreno de juego sino por los otros rojos que están en las gradas. A Osasuna nunca le ha fallado su afición al contrario de lo que ha ocurrido en otros sitios. Y no le ha fallado ni cuando ha estado en Segunda o incluso en Tercera.

Todo hace falta para competir en la que se dice que es la mejor liga del mundo, al menos por los jugadores que hay en ella, y cuando es de sobra conocido que Osasuna compite en inferioridad de condiciones con muchos equipos que reciben un apoyo económico institucional que aquí es mucho menor. A Osasuna no le construyen estadios ni organismos oficiales o semioficiales le patrocinan la camiseta como ocurre por ejemplo en Bilbao o San Sebastián.