El mosqueo de Mendilibar
Hacía tiempo que no veíamos a Mendilibar con un mosqueo como el de este sábado en la sala de prensa de Tajonar. El técnico rojillo se lanzó de entrada en un discurso que por mucho que escuchemos no tiene el menor sentido.
Y no lo tiene porque nadie ha osado discutir el gran mérito que tiene que un equipo con las limitaciones de Osasuna se encuentre a estas alturas con 26 puntos y en el sexto puesto de la tabla. Que, además, se encuentre por encima de conjuntos diseñados para clasificarse para Champions o Europa League. El mérito de lo realizado hasta ahora es incuestionable.
Pero eso no quita para que se puede hablar del bajón de juego del equipo tras ganar en Cornellá. Y el propio Mendilibar ha sido el que ha dicho en partidos como Anoeta que su equipo no hizo méritos ni para conseguir el empate que consiguió. O en Málaga.
Los jugadores que han pasado esta semana por la sala de prensa de Tajonar han coincidido en que hay que mejorar, que el juego no es bueno. Y otro como Puñal ha dicho que no va a bastar con dos arrancadas o ratos buenos para ganar al Valencia. Que se lleva un buen tiempo sin hacer un partido completo.
Si en algún sitio se sabe que no puede haber exigencias con Osasuna es en Navarra. Y se tiene bien claro que el objetivo primordial es la permanencia y que cada año que se consigue nos podemos dar con un canto en los dientes. Todo el mundo es consciente, además, de que Osasuna no tiene las mismas ayudas institucionales -ni se le acercan- que clubes bien cercanos con los que tiene que competir cada año.
Pero todo esto no quita para que se pueda juzgar si el fútbol que se hace es bueno o malo o se de un toque de atencion -siempre necesario a la vista de los antecedentes- cuando se ve que va cuesta abajo. Hasta el propio director deportivo Martín González declaró esta semana que el juego del equipo "estaba decreciendo".
Comentarios
Enviar un comentario nuevo