Jesús Riaño

Ojalá haya acertado Pachi Izco cuando ha dicho que la junta directiva ha tomado la decisión de destituir a Camacho en el momento oportuno. Ojalá. Por que esto significaría que el 22 de mayo Osasuna seguiría en Primera División. Confiemos en que al final de temporada el presidente osasunista no tenga que arrepentirse de no haber tomado antes la decisión de hacer un relevo en el banquillo. Miedo nos da sólo pensar que haya sido demasiado tarde.

Es la esperanza, que tener a dos mil seguidores en las gradas, que los jugadores sientan casi el apoyo que tienen en el Reyno de Navarra haga que por fin se acabe con la negra racha de fuera de casa. Camacho ha reconocido la importancia que tiene este hecho y se acordado de San Mamés, de la intensidad que pusieron sus jugadores también con su gente en la grada.

¿Que va a pasar ahora? Esta es la gran incógnita en lo que a Osasuna se refiere. La victoria sobre el Real Madrid había puesto al osasunismo como nunca había estado a lo largo de la temporada. El empate contra el Mallorca le ha dejado como antes del 1-0 sobre los blancos. O sea, mal.

Osasuna no puede dejar pasar esta oportunidad de aprovechar el tirón provocado por el triunfo frente al Real Madrid para intentar despegar y alejarse de la zona de peligro. Este debe ser su momento y en ello deben poner todo su empeño. Nunca, a lo largo de toda la temporada, se ha respirado tanto osasunismo como el que se respira en estos momentos y esto es algo que no se puede dejar pasar sin aprovecharlo.

Decía Aranda en Tajonar que es una falta de respeto hablar del entrenador. No ha dicho como se habla, si bien o mal. Ha dicho hablar, aunque suponemos que se refería a lo segundo. Y ha hablado, para justificar lo del respeto, de lo que ha hecho Camacho por Osasuna. Pues que bien, pero siendo entendible viniendo de Aranda porque fue Camacho el promotor de su fichaje por Osasuna, pero lo de la falta de respeto no existe por ningún lado.

Juega este domingo Osasuna en Almería y nuevamente surge la esperanza de que los rojos terminen de una vez por todas con esa racha que llevan fuera de casa y que sólo ganando en el estadio de los Juegos Mediterráneos conseguirán que no llegue, por muy poco, al año. Todo ello tras una semana de reuniones y de manifestaciones de buenos propósitos por parte de los directos implicados en el tema: los jugadores.

Para esperar un triunfo de Osasuna fuera de casa hay que agarrarse a cualquier cosa. Aunque sea a un clavo ardiendo. O a los antecedentes. O campos o sitios donde las cosas se les han dado bien a los rojos. Como Villarreal.

Hablaba Camacho al final del partido de que con un poco más de suerte Osasuna se podía haber quedado con los tres puntos. Puede. Pero lo real es que la suerte le acompañó para obtener un empate. La suerte de tener a un portero como Ricardo que fue el héroe del partido.

Como poco es para preocuparse. Hablamos del calendario más inmediato de Osasuna. De lo que queda hasta final de mes.

Más que cuesta de enero tiene toda la pinta de ser los Alpes y los Pirineos juntos, sin etapas llanas de por medio. Para empezar un rival en forma en el Reyno, el Getafe de Michel. Para continuar dos partidos seguidos fuera de casa, en Villarreal y en Almería. Y para finalizar la visita del Real Madrid al Reyno de Navarra. Casi nada al aparato.